La inquietud misionera fue el nexo de unión que tuvieron las 30 personas participantes en el II Encuentro Diocesano de Misiones, presidido por el Obispo mons. Casimiro López. Bajo el lema «Fe, Evangelización, Missio ad gentes» tuvo lugar el pasado 9 de febrero el Encuentro en el Mater Dei de Castellón.
Tras la oración inicial, se pasó a una breve presentación por parte de los presentes. Misioneras seglares, Padres Blascos, Hrnas. seglares Combonianas, Ocasha, sacerdotes diocesanos, Hnas. Carmelitas Misioneras, familia misionera, Ameafrica, y jóvenes del Curso de Formación misionera, compartieron sus experiencias e inquietudes misioneras. Intercambio de vivencias en África o Hispanoamérica, con el Islam, en los colegios, hospitales, en familia, etc. hizo enriquecedor el Encuentro, destacando la importancia de escuchar y descubrir a Dios en cada persona.
El Obispo destacó la importancia de la Evangelización en el Año de la Fe. Cómo a través de la fe podemos ayudar y descubrir a Dios en cada persona y acto que hagamos.
Tras un breve descanso, tuvo lugar la ponencia por parte del Subdelegado diocesano de Pastoral Vocacional Alejandro Díaz. A destacar tres ideas fundamentales: la importancia de la fidelidad del misionero, la necesidad de la crítica en la propia Iglesia, el fundamento último es Dios (en la debilidad de la cruz está la fortaleza). Con la Madre Teresa de Calcuta se llega a comprender cómo es preferible cometer errores con amabilidad a realizar milagros con amargura y dureza. La Misión es llegar a los pobres por la caridad. La caridad permite saber amar a Dios y al prójimo.
La Mesa redonda dió por concluído el Encuentro. Salvador Prades, sacerdote diocesano y misionero durante tres años en Safané; Mª Antonia, de la parroquia de Nules, misionera en Mali durante 2 años; Hna. Lola, de las Carmelitas Misioneras, estuvo en misión en El Salvador; Família Misionera, del Movimiento Neocatecumenal de misión en Chile; Parroquia San Bartolomé de Onda, de misión en Santo Domingo. Todos ellos coincidieron en destacar la importancia de integrarse en la pastoral local dónde se realice la misión y la buena organización y planificación pastoral de las parroquias locales. Con respecto a la vivencia de la fe durante su misión, destacaron la fuerza y energía con la que viven la fe en los países africanos; la exteriorización de la fe sin avergonzarse; el arraigo de la fe en aquellas personas que han sentido la persecución por ser cristianos; vivir la fe más intensamente y por último ser capaces de reconocer que se necesita a Jesús.
El rezo a la Virgen dió por concluída la jornada llena de experiencias enriquecedoras.